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jueves 25 de abril del 2024

Caso Madeleine McCann: el fiscal a cargo les informó a los padres que la niña murió, pero no develó cómo llegó a esa conclusión

El alemán se contactó con los padres de la nena pero no confirmó cómo llegó a esa conclusión dado que hacerlo pondría en peligro el éxito de la investigación.

El caso de Madeleine McCann es uno de los más extraños del mundo, que lleva años sin llegar a una resolución, pero estos últimos días, podría haber finalizado. El fiscal alemán que investiga la posibilidad de que Christian Brueckner haya asesinado a la menor de edad, dijo que restableció contacto con los padres de la niña y les informó que murió pero que no puede decir por qué llegó a esa conclusión.

En declaraciones al periódico británico Mirror, Hans Christian Wolters, indició que informó sobre la noticia a través de una carta diciendo que «Maddie» fue asesinada, pero que no les puede decir por qué llegó a esta conclusión, dado que hacerlo, pondría en peligro el éxito de la investigación. “Es más importante que tengamos éxito y capturemos al culpable, en vez de poner nuestras cartas sobre la mesa explicándoles” por qué creemos que su hija está muerta, aseguró al respecto.

El fiscal, aseguró en varias ocasiones que trabaja bajo la premisa de que la niña, que fue secuestrada en Portugal en el 2007, no está viva. Su última declaración al respecto fue un relato de como Brueckner de 43 años, la asesinó relativamente rápido. En declaraciones al diario The Times indicó que el hombre, quien está actualmente en prisión, habló sobre el asunto con otro pedófilo en foros online y le contó detalles de cómo había sido el brutal crimen de la menor.

Brueckner tiene un amplio historial delictivo: asciende a 17 casos comprobados que van desde agresiones a robos o asuntos relacionados con drogas. Su primer juicio por un delito sexual fue en 1994, cuando tenía 17 años y fue condenado en Baviera por abusar de un niño. El último caso relacionado con menores fue un proceso por tenencia de pornografía infantil en 2016.

El hombre vivió y trabajó entre 1995 y 2007 en el sur de Portugal, donde habría cometido varios delitos, robos en hoteles y apartamentos y la violación de una anciana estadounidense hace 15 años. Se mudó en las semanas contemporáneas con la desaparición de McCann y volvió a Alemania, donde cometió crímenes vinculados con el narcotráfico.