Los investigadores del crimen de Lucas González analizan la posibilidad de imputar y detener a otros policías por el “encubrimiento” del hecho, frente a la sospecha de que plantaron un arma en el auto donde el adolescente de 17 años fue asesinado en el barrio de Barracas.
Cintia López y Mario «Peka» González, los padres de Lucas, declararon durante dos horas ante los fiscales de la causa durante una audiencia en la que se quebraron en varias oportunidades y relataron las horas previas y posteriores al hecho.
Los fiscales Leonel Gómez Barbella y Andrés Heim, de la Procuvin, analizaron la posibilidad de solicitar nuevas detenciones de efectivos de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad que se acercaron al lugar del hecho horas después de lo ocurrido para adulterar la escena del crimen y así encubrir a los tres acusados.
Voceros judiciales manifestaron que los juveniles negaron tener un arma, ya que hallaron una réplica de la pistola en el Volkswagen Suran en el que se trasladaban. Además ninguno de los tres policías detenidos lo mencionaron, por lo que para los investigadores resuena la idea de que fue plantada.
Por su parte, el abogado de la familia de la víctima, Gregorio Dalbón, sostuvo que los que se encargaron de plantar el arma no son los mimos que mataron a Lucas.
