El juicio a los ocho rugbiers detenidos y acusados por el asesinato de Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche en Villa Gesell en enero de 2020, comenzará tres años después, el 2 de enero de 2023. Se realizará en 22 jornadas, de lunes a viernes. La defensa de la familia de la víctima había pedido que comience en el primer semestre del 2022 pero la Justicia aseguró que el año que viene no tiene disponibilidad en su agenda para desarrollar el caso.
La fecha la dispuso el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores, integrado por los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari, en el “auto de prueba”, que emitió este jueves y con el que notificó a las partes la fecha de inicio del juicio oral, entre otras resoluciones.
Pese a que tanto los abogados Fernando Burlando y Fabián Améndola, que representan a los padres de Báez Sosa, como el defensor de los imputados Hugo Tomei, habían sugerido que el debate se haga a razón de dos jornadas por semana, por las actividades que los letrados tienen en otras jurisdicciones. A pesar de esto, el TOC 1 optó por hacer el juicio en enero de 2023, durante la feria de verano, para que no tengan problemas de agenda.
Se indicó que la cantidad de testigos que deberán declaran serán un total de 130 y se fijaron 120 días para la instrucción suplementaria, que son algunas medidas de prueba pendientes y pedidas por las partes a las que accedió el TOC 1 dolorense.
Enfrentarán el proceso oral Máximo Thomsen (21), Ciro Pertossi (21), Luciano Pertossi (19), Lucas Pertossi (22), Enzo Comelli (21), Matías Benicelli (21), Blas Cinalli (20) y Ayrton Viollaz (22).
