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jueves 25 de abril del 2024

Carrió pidió enjuiciar a Garavano por no apoyar la detención de ex presidentes

El pedido de desafuero y detención de Cristina Kirchner reavivó una vieja interna en el seno de Cambiemos. La diputada Elisa Carrió ordenó a su equipo que apure los trámites para iniciar un juicio político, la semana que viene, contra el ministro de Justicia, Germán Garavano , quien ayer criticó «el uso errático de las prisiones preventivas», en general y, en particular, indicó que para un país «nunca es bueno» que un expresidente sea detenido.

“Estos dichos  de Garavano son una vergüenza para la República y la división de poderes” apuntó  la líder la Coalición Cívica en su Twitter personal. Además aludió también a la versión que señala que la sala integrada por los camaristas Carlos Mahiques, Ana Figueroa y Eduardo Riggi podría absolver -mañana o el viernes-, por prescripción, a Carlos Menem en la causa de la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia.

En la Coalición Cívica aseguraron que Carrió ya le encargó a su equipo que elabore el proyecto que se presentará en Diputados para comenzar el juicio político al ministro, un proceso engorroso, ya que primero necesita que la comisión salga de su deliberado congelamiento, luego conseguir mayoría para el dictamen y los dos tercios en el recinto para que se juzgue al funcionario en el Senado.

El diputado Juan Manuel López, mano derecha de Carrió y miembro de la comisión, aclaró que el enojo con Garavano no sólo está relacionado al intento de defender a Cristina, sino a la posibilidad de que el Ejecutivo meta la mano en el fallo que en las próximas horas podría beneficiar a Carlos Menem con la absolución en el caso de la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia.

«Es algo que debe resolver la Justicia y luego eventualmente el Senado, si la Justicia insiste», agregó el ministro, que evitó referirse puntualmente a la senadora de Unidad Ciudadana. Es un terreno minado para Cambiemos, que desea enfrentar a Cristina en 2019, a la vez que tiene el mandato electoral de luchar contra la corrupción. Garavano fue más enfático sobre las prisiones preventivas en general: dijo que su uso en el país fue «errático», sin normas claras.

Las diferencias de Carrió con Garavano vienen de arrastre por el manejo del frente judicial. Un pico de tensión se dio en febrero, cuando Carrió le apuntó directamente al ministro por la decisión del Gobierno de desistir de la acusación por encubrimiento contra los ex fiscales de la causa AMIA, Eamon Müllen y José Barbaccia.

En esa ocasión Mariana Stilman, una abogada de la máxima confianza de Carrió, renunció a su cargo en la Unidad Especial AMIA. Ahora es la asesora letrada de la diputada que prepara el pedido de juicio político a su antiguo jefe.