El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se aplicó la tercera dosis de la vacuna Pfizer contra el coronavirus por ser mayor de 65 años y cuestionó a los norteamericanos que se niegan a inocularse. «Esa minoría está causando mal a muchos, un horrible peligro para el resto del país», sostuvo el mandatario.
«Sé que no parece, pero tengo más de 65», bromeó el presidente de 79 años al momento de aplicarse la tercera dosis, según las recomendaciones de las autoridades sanitarias estadounidenses a las personas de esta franja etaria. También son elegibles para recibir el refuerzo aquellos que tengan problemas de salud y quienes por razones laborales se exponen frecuentemente al virus, como por ejemplo los docentes.
El problema, según dijo Biden, es que una buena parte de los estadounidenses se rehúsa a recibir siquiera una dosis, lo cual potencia la propagación de la altamente contagiosa variante delta del virus. El presidente de EEUU afirmó que el 77 por ciento de la población del país fue vacunada, pero indicó que eso no es suficiente por la reticencia del casi 25 por ciento restante.
Cabe recordar que Biden recibió la primera dosis de Pfizer en diciembre pasado, mientras que la segunda fue apenas un mes después, cuando en enero de este año asumió el cargo luego de vencer en las elecciones a Donald Trump.
