Poco después de haberse retirado de la actividad profesional, a mediados de 2015 Lucas Bernardi asumió como entrenador de Newell’s y se puso a cargo de quienes habían sido sus compañeros hasta diciembre de 2014 cuando colgó los botines. Fue el reemplazante de Américo Rubén Gallego, quien en su segunda etapa el frente de la Lepra estuvo lejos de repetir su momento de gloria en el Apertura 2004.
De todos modos, Bernardi no logró revertir el flojo andar de aquel equipo y en sus 17 partidos dirigidos ganó cinco, empató cinco y perdió siete, presentando la renuncia tras caer 2-0 ante Central en un clásico disputado en Arroyito el 14 de febrero de 2016. A casi cinco años de su primera experiencia como entrenador y en el equipo de sus amores, brindó una entrevista al diario La Nación en la que analizó aquella decisión y respondió si le gustaría tener una nueva oportunidad en el club.
«Esa decisión fue muy analizada, consulté a mucha gente a la que quiero y en la que confío. Y había de las dos opiniones; sí, porque tu idea va con ellos, y no, porque son ellos. Era muy loco eso», confesó el ex jugador del Mónaco francés, que de todos modos aseguró: «Esto que voy a decir no es de vendehumo, estoy muy lejos de ahí, siempre que me llamen de Newell’s voy a ir. Fui porque sentía que ese es mi lugar».
A su vez, redobló la apuesta y dejó en claro que siempre estará predispuesto a asumir la responsabilidad de comandar a la Lepra: «Nunca podría decirle que no y nunca me importará el contexto. ¿Y si pongo algo en riesgo? No importa. A Newell’s no se le dice que no, nunca. Alguien diría que tengo mucho para perder, ¿y cuál es el problema?».
