Faltaban unos minutos para las 15 del martes cuando un joven de 19 años ingresó por sus propios medios al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. Fue atendido de urgencia por lo médicos del centro de salud y ellos determinaron que la víctima presentaba una herida de arma de fuego en el ojo izquierdo.
Al ingresar al Heca el baleado y su mamá —que lo acompañaba— fueron entrevistados por los policías que trabajan en el lugar, para saber qué era lo que le había ocurrido. Ellos les contaron que el joven había sido baleado por un pistolero que pasó por la esquina de Larrea y Sanguinetti, que le disparó y huyó de la escena del crimen en una motocicleta.
Unas dos horas más tarde, cuando el reloj marcaba las 17, empleados de Comando Radioeléctrico fueron enviados a una casa de Casals al 3600, luego de que un vecino de la cuadra pidiera ayuda policial. Cuando los uniformados se presentaron en el lugar el denunciante les permitió el paso a su casa y les dijo que un muchacho se acababa de meter por los fondos de su domicilio; por lo que los policías lo detuvieron.
El aparente ladrón fue alojado en la Comisaría 19º y, mientras lo trasladaban, la gente del barrio lo señaló como el pistolero que había herido al muchacho de 19 años horas antes en la esquina de Larrea y Sanguinetti.
El sospechoso quedó detenido en la seccional de barrio Moderno. Momentos después se presentó en el destacamento un joven de 20 años y señaló al arrestado como el pistolero que baleó a su hermano —el herido minutos antes de las 15—.
En relación a la víctima del tiroteo, fuentes oficiales aseguraron que fue operada y quedó internada, fuera de peligro.
El agresor será imputado por el Ministerio Público de la Acusación.
