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jueves 25 de abril del 2024

Baclini: “Si dejamos más fiscales en enero van a tener que quedarse más jueces y defensores”

El fiscal general de la provincia dialogó en exclusiva con Rosario Nuestro sobre la capacidad del poder judicial para enfrentar la ola de homicidios y la crítica que realizó el ministro de la Corte Suprema de Santa Fe, Daniel Erbetta.

El enojo de tres altos jefes de la policía provincial, que fueron desplazados, y el destape indomable por obtener recursos a costa de asesinatos -son 17 en el momento que se escribe la nota- en manos de sicarios, narcopolicías y soldaditos de la banda Los Monos, cuyo líder Ariel “Guille” Cantero se encuentra paradójicamente preso, desató la polémica en la Justicia sobre las licencias y ferias judiciales que tienen los fiscales.

El puntapié inicial lo dio el ministro de Seguridad, Marcelo Sain en el programa Creo, por Aire de Santa Fe, al hablar de la ola de asesinatos que atraviesa a la provincia de Santa Fe: “Hay fiscales que cerraron sus oficinas con llave el 31 de diciembre y no las abren hasta el 1 de febrero”.

Sumada a esta declaración, se añadió la fuerte conclusión, al mismo medio, por parte del ministro de la Corte Suprema de Justicia, Daniel Erbetta, quien expresó: “Si un fiscal está investigando un asunto relevante, la Fiscalía como estructura no puede parar la investigación y decir durante 30 días no investigo porque tengo la feria de enero” y agregó: “El Ministerio Público de Acusación (MPA), y lo digo con todo respeto, debería repensar el sistema de feria judicial, lo cual no significa ir en desmedro al derecho de vacaciones de los fiscales”.

Jorge Baclini, fiscal general de la Provincia

¿Cuál es su opinión respecto a las declaraciones del ministro de la Corte, Daniel Erbetta?

Hay dos cuestiones para analizar: la primera tiene que ver con los homicidios que se sucedieron en el mes de enero y, por otro lado, lo que hace al análisis de la feria judicial. Con relación a esta última, es una cuestión que hace tiempo venimos hablando de que es necesario replantearla, analizarla desde el punto de vista del MPA. La cantidad de fiscales que se quedan es una cifra muy importante, muy superior al resto de las otras estructuras del poder judicial.

Hay cerca de un 25% de fiscales y empleados que se quedan trabajando. Obviamente que esto, en ocasiones, no es suficiente, porque no responde a la demanda de tener actualizada determinadas investigaciones, -que es a lo que nosotros apuntamos y tratando de brindar el mejor servicio-. Por esto, se da lo que decimos la frazada corta: ‘si nosotros descompensamos mucho la cantidad de fiscales durante el resto del año, porque dejamos muchos en la feria, se nos descompensa durante el año’. Esto hace a una necesidad de contar con mayor estructura. Hay que recordar que en Rosario quedó pendiente la puesta en funcionamiento de once fiscales que, sin lugar a dudas, hubieran sido muy importantes para lograr llevar adelante una mayor cantidad de investigaciones activas.

Para mejorar el sistema de licencias y ferias, ¿se puede llevar a cabo con el personal actual o son necesarios más fiscales?

Con los que están actualmente en funciones se hace muy complicado. Fíjese que la misma Corte Suprema de Justicia de la Provincia nos informó que no podemos dejar tanta estructura, porque se iba a resentir la realización de audiencias en el transcurso del año, como juicios orales, audiencias de juicio, entre otros. Nos mandaron una nota diciendo que no dejáramos tanta estructura, porque puede resentir todo el funcionamiento a lo largo del año.

Igualmente, pese a esta nota, dejamos una cantidad de fiscales en feria para atender los asuntos de urgencia, que es lo que normalmente se hace en esta época. Obviamente que en la dinámica actual esto ha cambiado bastante y hay investigaciones complejas en el MPA, lo cual es un mérito haberlas desplegado, que, si bien no se paran del todo, sí quedan medio dormidas y se complica el funcionamiento en algunas cuestiones. No es que esto tenga una relación directa con la seguridad, pero sí es mucho más importante tener varias de estas investigaciones vivas.

También, es importante remarcar que estas investigaciones, dadas su complejidades, es conveniente que la maneje el fiscal que ya conoce todos sus detalles, todos sus vericuetos, sus cuestiones más finas; aquí el hecho de cambiar un fiscal por otro no va a solucionar el problema, sino que lo ideal es que se quede el mismo fiscal o que se quede una estructura, aunque nosotros, hoy, no tenemos una cantidad de empleados por fiscal que nos pueda dar una respuesta a toda esta pretensión que se está manejando.

Igualmente vuelvo a decir que nosotros tenemos que decidir desde todos los aspectos, desde todos los sectores, e ir repensando el tema de las ferias, por lo menos desde la parte penal que es la que nos incumbe.

Hay que tener en cuenta que, si dejamos más fiscales, necesariamente van a tener que quedarse más jueces y más defensores, porque van a tener que responder a una demanda mayor, ya que la fiscalía va a llevar a generar más cantidad de audiencias y más movimiento de trabajo.

¿Usted se refiere a que hay que pensar, no solo el sistema de licencias y ferias del MPA, sino también en todo el sistema judicial?

Desde mi punto de vista sí, porque si dejamos mayor cantidad de fiscales, estos continuarán con sus investigaciones, las cuales demandarán mayor cantidad de audiencias y, por ende, deberá haber jueces suficientes para atender una demanda mayor. De lo contrario no va a funcionar.

Fíjese que nosotros tenemos, por lo menos en Rosario, entre 60 y 70 audiencias diarias, mientras que en enero el promedio en la feria ronda entre 14 y 16 audiencias. Hay una baja sensible en la cantidad porque el MPA no deja el cien por ciento de su estructura, pero tampoco lo deja el resto de la Justicia, abogados particulares, entre otros.

¿No se podría pensar en mantener una cantidad de fiscales de reserva que pudieran actuar en momentos de crisis como estos donde tenemos 21 muertos en dos semanas?

Claro que esto se prevé, porque el fiscal cuando la demanda de trabajo lo sobrepasa entra un reemplazo para satisfacer esa necesidad. Mayoritariamente en esta época se trabaja en los casos de feria. Si bien es cierto que el fiscal de homicidio estuvo sobrecargado, porque hubo una demanda extraordinaria, se podría haber reemplazado con otro personal; todo esto hace a la organización que da cada Fiscalía Regional.

¿Cómo le cayeron las declaraciones de Erbetta?

Cada uno puede dar la opinión desde el punto de vista que quiera. Nosotros tenemos nuestra autonomía para organizarnos. Estos episodios se vienen dando periódicamente. Los últimos eneros han sido muy críticos, salvo el del año pasado donde la tasa de homicidio fue mucho más baja a la histórica. Pero en otros meses hemos tenido cifras muy altas.

Recuerdo en enero del 2014, que fue el período en el que nos pusimos en funcionamiento como sistema de justicia penal, en ése mes hubo casi 30 homicidios, cifras importantes, es decir, los primeros meses del año suelen tener estas características.

Nosotros hemos reforzado muchísimo la cantidad de fiscales que atiende esta demanda, pero también ha sido consecuente con la cantidad de recursos que nos han ido llegando progresiva y paulatinamente.

Hay una falta de estos recursos porque hay once fiscales que están por ser designados, pero aun no lo fueron y esperamos que, durante febrero, marzo ya estén asignados para que tengamos una dotación de fiscales en Rosario que pueda atender esta demanda. Y vuelvo a decir que faltan muchísimos más empleados.

¿En qué porcentaje están funcionando ustedes hoy en enero?

El Ministerio Público de la Acusación está funcionando en un 25%. El resto de las estructuras trabajan con porcentajes muchísimo más bajo como los jueces y los servicios de defensa.

¿Ustedes se sienten desbordados por la inmensa ola de crímenes que se están suscitando en Rosario?

No, la cantidad de casos que se vienen presentando, están siendo investigados por los fiscales. Entiendo que las menciones que se están haciendo y que se están planteando, están dadas puntualmente sobre investigaciones que nosotros ya venimos llevando a cabo desde hace meses y, por ahí, en este período no tienen una dinámica cien por ciento, entonces la crítica está más focalizada a esto. Por eso se habla de reorganizar algunas cuestiones.

¿Usted coincide con la definición de Erbetta de que el poder judicial es débil y que por eso es fácil agarrarlo de “puchinbol”?

Nosotros somos un poder del Estado que no es un poder político, si bien nuestras decisiones tienen influencia política, no tenemos un rol específicamente político y, por ahí, no tenemos el manejo político en nuestra forma de actuar. Entonces nuestra capacidad de defensa es un poco más débil que la forma de actuar que pueden articular los otros poderes. No creo que sea de ‘puchinbol’, a tal extremo, me parece válido que cada uno de los esquemas de poder manifieste sus opiniones. Las críticas deben ser constructivas, ya que nos van a ayudar a todos.