La investigación continúa sobre el ataque a Matías Montín, el joven de Haedo agredido por un grupo de rosarinos en un boliche de Mar del Plata. Por el hecho están imputados Andrés Bracamonte, hijo del jefe de la barra brava de Central «Pillín» Bracamonte, Gabriel Galvano y Matías Belloso, hijo del ex futbolista canalla y actual dirigente de Conmebol, Gonzalo Belloso. Hasta el momento los tres permanecen en libertad. El abogado de Montín, Ignacio Trimarco, pidió el cambio de caratula a tentativa de homicidio y denunció al ex fiscal de la causa, Pablo Cubas.
«La calificación legal del Ministerio Público tiene una pena máxima de 1 a 6 años, dada la falta de antecedentes, es excarcelabre», dijo Trimarco en relación a la reciente liberación de Bracamonte y Galvano. Y comentó que Belloso nunca fue detenido porque se presentó de forma voluntaria, «eso acredita el sometimiento a proceso».
En diálogo con El Puente de Radio Mitre Rosario, el letrado explicó que la situación real de los imputados se verá en el sometimiento a juicio oral y aclaró que la calificación legal actual, por lesiones graves, solo es provisoria. En ese sentido, en relación a la caratula de la causa, manifestó: «La calificaión legal no es ajustada, es tentativa de homicidio y así lo solicitamos al juez de garantías».
Sobre la salud de su defendido, señaló: «El viernes tuvo una desmejora, pero el fin de semana evolucionó muy bien. Ahora le hacían una nueva tomografía para ver si disminuye el coagulo del cerebro, tiene tres fracturas en el cráneo».
La fiscal actual de la causa, Andrea Gómez, trata de dilucidar qué fue lo que pasó dentro del complejo de Playa Grande en Mar del Plata que derivó en la violenta agresión a botellazos a Montín, que aún continúa internado. «El declaró hasta donde se acuerda, recuerda que fue el baño, que tuvo una discusión con otros chicos, que salen y luego entran al Vip. Pierde el conocimiento sin saber de dónde viene el botellazo», dijo Trimarco.
El abogado contó que denunció ante el procurador General de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, Julio Conte-Grand, al ex fiscal de la causa Pablo Cubas por el delito de incumplimiento de deberes de funcionario Público.
«El fiscal Cubas, al momento de la detención de Bracamonte y Galvano procedió al secuestro de sus pertenencias, entre ellos sus teléfonos celulares. Al día siguiente cuando vamos a la Fiscalía, consultamos por las pertenencias y nos informaron que estaban secuestradas, por eso pedimos que se realice una pericia informática», relató el letrado.
Y agregó: «Nos anoticiamos de que el mismo día que habían detenidos, ya por la noche, el fiscal le autorizó que le entregue los celulares al padre de Galvano. Los teléfonos celulares poseen mucha información, deberían ser peritados para ver si hubo algo previo o predemitación».
«Es algo fuera de derecho, ¿qué tenían esos celulares que estaban tan apurados por recuperarlos?. Hay un montón de pruebas que se han perdido, el fiscal va a tener que dar explicaciones. En el caso Fernando Baéz Sosa hubo una cantidad de cosas que se pudieron rescatar gracias al peritaje de celulares», continuó.
Por último, concluyó: «La versión nuestra es la que está plasmada en la causa. Dicen que le pegaron un solo botellazo, pero Matías tiene tres fracturas en la cabeza compatibles con botellazos».
