En el debut en el Mundial Femenino que se está desarrollando en Francia, la Selección Argentina igualó 0-0 ante la poderosa Japón y consiguió el primer punto en una Copa del Mundo. Las pibas siguen haciendo historia con la pelota en los pies y van por más.
Más allá de los nervios por volver a jugar un Mundial tras 12 años, las chicas ingresaron al estadio del PSG a puro baile. Desde el primer minuto, las dirigidas por Carlos Borrello salieron a jugarle de igual a igual a las asiáticas, actuales subcampeonas del mundo. Con un 4-5-1 bien ordenado, prolijo y un sacrificio enorme, neutralizaron a Japón.
Estefanía Banini, con la 10 en la espalda y la cinta de capitán, fue la encargada de manejar los hilos, hizo descansar a sus compañeras con la pelota en los pies y hasta se animó a tirar varios lujos.
Además, Lorena Benítez, volante de Boca y de Kimberley, fue la volante de recuperación más retrasada y dejó la vida en cada cruce. Sole Jaimes, campeona de la Champions con el Lyon, se olvidó por un rato de su rol de goleadora, luchó sola arriba contra las defensoras de Japón y bajó constantemente a colaborar en defensa.
A pesar de no haber tenido la posesión de la pelota, Argentina no sufrió sobresaltos en la primera etapa gracias a la enorme solidez de la dupla central Barroso-Cometti y Vanina Correa, quien a sus 35 años volvió del retiro para sumarse a la Selección, se mostró segura en un centro cruzado. Sin embargo, en el segundo tiempo el desarrollo cambió y Japón salió a apretar y las pibas tuvieron aguante.
Yokohama, delantera del equipo asiático, sacó un potente remate de media distancia y Correa se lució con un atajadón. Un rato después, un remate de Hasegawa dentro del área pasó cerca y luego Argentina volvió a respirar. Bonsegundo, otra que hizo un gran esfuerzo, tuvo la primera clara recién a los 27′ del segundo tiempo y como tuvo la mala fortuna de resbalarse ante de patear, la arquera dominó la pelota sin problemas.
Los minutos fueron pasando y Argentina conquistó un punto de oro que, más allá de lo numérico, es un envión anímico para seguir en la buena senda. Ahora se viene Inglaterra y las pibas están listas para ganar una nueva batalla.
