La incertidumbre económica y los altos índices de inflación (registró un 5,3% en junio y acumuló, en los primeros seis meses del año, una variación de 36,2%) son factores que ya se están haciendo sentir en la actividad privada de Rosario. Sebastián Chale, secretario de Desarrollo Económico y Empleo de la Municipalidad, reveló que se registró una «desaceleración» en el crecimiento del comercio.
«Este es un síntoma de la fuerte caída del poder adquisitivo de la gente, que está reduciendo su consumo. Se verá reflejado en los números de julio», expresó el funcionario a Radio Mitre Rosario. Esperan que el empleo, que se ha «recuperado», no detenga ese proceso.
No obstante, Chale manifestó que el nivel de la actividad en la ciudad va a estar cerrando con un crecimiento por encima del 10% en el primer semestre del año con respecto al mismo período del año anterior. El gran impulso lo dará el mes de mayo, en el que se facturaron la hotelería y la gastronomía de los Juegos Suramericanos de la Juventud.
En el mismo sentido, el nivel de actividad industrial, que tiene una «gran presencia» en el ámbito del mercado interno, se mantuvo. Sin embargo, no son ajenos a las dificultades que pueden tener para importar algunos insumos. «Estamos en un contexto de claroscuro y Rosario no queda exenta. Tenemos diálogo diario con el sector. Hay que ser cautos», concluyó Chale.