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viernes 26 de abril del 2024

Alan Funes: doce días burlando a la Justicia

Alan Funes es el prófugo más famoso de la provincia. Como lo hizo Monchi Cantero en su momento, el joven se esconde en las sombras de la ciudad y elude el asedio de la Policía Provincial y Federal. Alan, que todavía no cumplió los 18 y está vinculado a la investigación de dos homicidios, se burla de los uniformados y deja en jaque a las autoridades, que llevan semanas asegurando que lo tienen acorralado. El sábado, diferentes voceros señalaron que era inminente su arresto; pero el adolescente otra vez desapareció.

El homicidio

El primero de mayo de 2016, unos minutos después de las 20, fue asesinado Eugenio «Pupi» Solano en una pasillo de Ayacucho al 4300. Un tirador encapuchado se le apareció mientras el compraba una gaseosa en un kiosco y lo acribilló.

Los investigadores suponen que el hermano de Pupi participó en el homicidio de de Mariela Miranda, la mamá de Alan, ocurrido el 11 de marzo de 2016, y que la muerte del muchacho fue una vendetta de la familia Funes.

Por ello, luego de meses de ser buscado, Alan se presentó ante la Justicia y fue preso al Irar, por determinación del Juzgado de Menores 3ª.

Allí estuvo más de un año, hasta que en octubre del año pasado la Justicia le otorgó al muchacho la posibilidad de tener prisión domiciliaria.

El video

Alan quedó en resguardo de su abuela, con la promesa de que no iba a salir a la calle. Pero en los primeros días de este año se filtró un video en el cual se veía al adolescente disparando una ametralladora en la vía pública, en medio de un festejo por año nuevo.

Las imágenes se hicieron virales y pusieron al descubierto el nulo control al que era sometido el joven. Sin embargo, mientras Funes era titular de todos los diarios del país, la Justicia santafesina se tomó cinco días en ira a buscarlo. Por supuesto, cuando los policías llegaron a su casa, él ya no estaba.

Ante esta situación se dictó su pedido de captura internacional.

Otra muerte

El pasado domingo 14 Marcela Díaz —hermana de Tubi Segovia, uno de los enemigos declarados del Clan Funes— fue acribillada en Pasaje Lejarza al 5600 y un testigo ubicó al adolescente en la escena del crimen.

Este nuevo hecho —de ser confirmado—pondría al descubierto la incapacidad de las Fuerzas provinciales y federales para arrestar a un joven que, según el Ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro, pertenece a una banda criminal sin capacidad logística.

¡Lo tenemos acorralado!

El viernes pasado Luis Amaya, el Jefe de la Policía de Santa Fe, aseguró que el joven fugitivo estaba cerca de ser detenido.

Incluso el sábado fuentes oficiales, en off, señalaron que Alan había sido arrestado en zona sur. Algunos aseguraban que había caído en manos de la Justicia Federal; otros de la Justicia provincial. Pero con el correr de las horas el rumor se esfumó en el viento.

Tal vez, en los próximos días el joven Funes caiga en desgracia y sea finalmente arrestado. De ser así, será presentado como un gran triunfo. Pero puertas adentro de los diferentes Ministerios todos saben que esta situación dejan al descubierto la precariedad que caracteriza a la Justicia y a las Fuerzas de Seguridad. Otra posibilidad es que Alan sea encontrado antes por sus enemigos; en ese caso los responsables también serán los funcionarios públicos.