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jueves 25 de abril del 2024

Agua y calor: consejos para una buena hidratación

Por Gimena Rubolino.

Si bien es importante mantenernos hidratados todo el año, en esta época de altas temperaturas es fundamental el consumo de agua para evitar la deshidratación.

Cuando hablamos de hidratación, hablamos de tomar agua y no de otra bebida”, aseguró la licenciada en Nutrición Victoria Núñez, matriculada en el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires. En ese sentido, señaló que el agua “es vital para el buen funcionamiento de varios sistemas del organismo, sobre todo el renal, el cual impacta en otros”.

Los beneficios de una buena hidratación

Mantenerse hidratado es fundamental para que el funcionamiento del organismo sea óptimo.

Un mayor consumo de agua favorece la circulación de sustancias por la sangre, mejora la regulación celular y ayuda a que los riñones trabajen de manera adecuada.

Hay tres características puntuales que ayudan a ver la hidratación a través de la orina: el color, que no debe ser muy oscuro, excepto por la mañana; el olor, que puede tenerlo pero no muy fuerte; y si tiene o no espuma, advertir si tiene en cantidad. En consecuencia, si una persona no toma agua el cuerpo lo manifiesta a través de retención de líquidos o edemas.

Recomendaciones

Para ingerir más agua, recomiendo tener siempre una botella a mano y a partir de ahí tener un registro de cuánto es el consumo. En días de calor, tomar aún más y no esperar a tener sed ya que ese es un signo tardío de deshidratación”, advirtió Núñez.

La botella debe estar correctamente higienizada y se recomienda que solo se use para tomar agua y no ir variando de líquidos.

Las botellas de vidrio son las mejores ya que se pueden esterilizar evitando la posibilidad de desarrollar o desencadenar enfermedades transmisibles por alimentos muy comunes con las altas temperaturas. Asimismo, la nutricionista también sugirió: “Existen aplicaciones que se descargan al celular que funcionan como un recordatorio para la ingesta de agua”.

Adultos mayores y niños: los más vulnerables

Érica Bianquet, licenciada en Nutrición, aclaró que “el agua puede encontrarse en distintas proporciones en algunos alimentos como por ejemplo las frutas y verduras”, sin embargo esto de ninguna manera reemplaza el requerimiento de consumo de líquidos priorizando siempre el consumo de agua segura.

Las y los adultos mayores, las mujeres embarazadas y los niños y niñas pequeños son los grupos más vulnerables a la deshidratación ya que en ellos la señal de alarma de la sed está disminuida.

Una botella cerca de los lugares de descanso de los adultos mayores puede ser útil a la hora de que ellos puedan dimensionar cuánta agua toman en un día”, explicó Bianquet y para los niños y niñas, es fundamental darles “un mensaje claro y concreto sobre la importancia que tiene el agua en su cuerpo”.

Así, durante el verano y días de mucho calor, con temperatura sobre los 30° centígrados, el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires refuerza algunas medidas preventivas:

  • Tomar agua segura con frecuencia, aunque no se sienta sed.
  • Moderar el consumo de bebidas con cafeína o alcohol ya que pueden hacer perder mayor líquido corporal.
  • Prestar especial atención a bebés, niñas y niños pequeños, adultos mayores y personas con enfermedades que puedan agravarse con el calor y la deshidratación.
  • Permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados, y refrescarse cada vez que uno lo necesite.
  • Moderar la actividad física y evitar practicar deportes al aire libre en las horas más calurosas, luego del mediodía.
  • Usar ropa ligera, holgada y que deje transpirar.
  • Hacer comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor, como son las ensaladas, frutas, verduras y jugos, entre otras.
  • Consultar al médico ante síntomas que se prolonguen más de una hora y que puedan estar relacionados con las altas temperaturas.