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sábado 20 de abril del 2024

Advierten que la bajante del Paraná traerá problemas para el consumo de agua potable

El Instituto Nacional del Agua emitió un alerta donde señala las graves consecuencias de un fenómeno que no ocurre hace 75 años.

Ante la histórica bajante que se está registrando en el río Paraná a lo largo de todo el territorio argentino, que registra niveles parecidos a un fenómeno ocurrido hace 75 años, el Instituto Nacional del Agua (INA) emitió este viernes un alerta donde advierte que el mes de julio será «especialmente crítico, con afectación a todos los usos del recurso especialmente la captación de agua fluvial para consumo urbano».

Desde Aguas Santafesinas SA (Assa) solicitaron un uso racional y extremar el cuidado de agua para consumo doméstico. Los niveles de altura del caudal de las aguas del río Paraná en todo el territorio nacional son especialmente infrecuentes, tanto que los registros se asemejan a 1945, cuando se produjo una bajante histórica. Según los relevamientos del INA, las causas de esta situación son muchas, también sus consecuencias.

En tanto, el informe de la empresa santafesina señala que la bajante de los grandes ríos obedece principalmente a una seguidilla de lluvias con volúmenes inferiores a los normales. Una situación que se evidenciada desde 2019 y «no tiene visos de mejora» en los próximos meses.

También se considera como un efecto complementario y agravante los usos y la no conservación de los suelos. En lo que respecta al río Paraguay se anticipa que en 2021 será otro año en el que la crecida estacional de la alta cuenca será reducida, de caudales y volúmenes poco significativos.

Los monitoreos del INA refieren que, como en abril y mayo de 2020, este año se volverá a observar probablemente «a toda la cuenca del Paraná en sequía generalizada». Los puntos de mayor preocupación son las tomas de agua para consumo urbano y las compilaciones para la navegación fluvial.

Entre las consecuencias graves para la región se advierten «afectación de la fauna íctica, inestabilidad de barrancas y suelos ribereños. También se aclara que la operación de embalses de la alta cuenca del río Paraná en Brasil «no es la causa de la bajante».

Desde el INA se emitió un alerta que grafica la complicada situación. Puntualiza que «se espera un agravamiento de la bajante en el río Paraná». Y que esa tendencia prevista en todo el tramo argentino alcanzaría niveles de similar orden a los registrados en el año más bajo de la historia, ocurrido en 1944.

«No se espera una mejora sensible en los próximos meses. Julio será especialmente crítico, con afectación a todos los usos del recurso hídrico, especialmente la captación de agua fluvial para consumo urbano».

Desde Assa realizaron una serie de recomendaciones y enumeraron los trabajos que se realizan para garantizar el suministro de agua potable.

El presidente de la compañía, Hugo Morzán, indicó que «desde principios del 2020 se viene trabajando en asegurar la captación de agua en las siete plantas potabilizadora sobre el sistema del río Paraná, desde Reconquista hasta Rosario».

Tras remarcar que seguirán las mejoras con el aporte del gobierno provincial, precisó que «en el futuro inmediato el desafío será aún mayor, porque los niveles del río serán extraordinariamente bajos de acuerdo a todos los pronósticos, por lo que estamos extremando las acciones en las tomas y plantas para afrontar esta situación».