Cuando se cumplan cinco años y nueve meses de la explosión en el edificio de calle Salta 2141, en lo que se consideró la peor tragedia de la ciudad, comenzará el juicio oral y público. La fecha de inicio será el próximo 8 de mayo. Se calcula que unos 150 testigos declararán en el lapso de dos meses.
La fecha fue impuesta por el tribunal compuesto por Marcela Canavesio (presidenta), Rodolfo Zvala y Carlos Leiva (vocales). La fiscal Graciela Argüelles es quien lleva adelante la investigación desde el viejo sistema judicial penal, y continúa junto a Valeria Piazza Iglesias en el nuevo sistema. Por el incidente que se cobró la vida de 22 personas hay 11 personas procesadas.
Adrián Gianángelo, hermano de Débora, una de las víctimas fatales, es junto a su familia los únicos querellantes en la causa ya que muchos familiares de otras victimas decidieron bajarse por razones diversas.
“Nosotros padecimos a este sistema porque van cinco años y cinco meses, pero el 8 de mayo voy a estar orgulloso de mi familia que continuó y peleó hasta el final ante todas las adversidades y sentar en el banquillo a los once responsables de la muerte de mi hermanita y mis vecinos”, dijo Gianángelo en una entrevista telefónica con Radio Mitre Rosario.
El joven insistió en que se haga justicia y que aquellos que fueron responsables de la tragedia, del incendio y posterior derrumbe que ocasionó la muerte “injusta de 22 personas, tengan su pena, la pena de prisión efectiva”. En el mismo tono agregó: “Nosotros pedimos pena máxima, ese va a ser nuestro planteo durante el juicio y espero que la fiscalía nos acompañe.
Sobre cómo están contemplados los hechos, Gianángelo informó que el delito está tipificado como estrago culposo agravado por la muerte de las personas.”Cuando a uno le arrebatan un ser querido tan hermoso como mi hermanita, atraviesa un dolor profundo y con los años el dolor no se va. Cada fiesta es más dolorosa y si uno no tiene justicia es el doble del dolor”, se lamentó.
Sobre su decisión de continuar con la causa manifestó que, como familia forjaron una conducta a seguir de no claudica, no arreglar. “A nosotros el dinero no nos importa y no sería posible todo esto que hemos logrado sin el apoyo de la gente, de los medios”, aseguró. Y añadió: “Apuesto todo porque la vida de mía hermana no me la devuelven más estos tipos y no pueden quedar impunes y caminando por la calle como lo hacen hoy”.
