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viernes 29 de marzo del 2024

Adrián Gianángelo, víctima de calle Salta 2141: “No hay plata que valga la pérdida de un ser querido”

Este miércoles comienza en Rosario el juicio oral y público por la tragedia de calle Salta 2141, donde el 6 de agosto de 2013 se desató una fuga de gas que desencadenó una pavorosa explosión y el derrumbe de un edificio en el que perdieron la vida 22 personas. Once imputados estarán sentados en el banquillo de los acusados, entre ellos dos gasistas, administradores del condominio y empleados de Litoral Gas acusados como coautores del delito de estrago culposo agravado el riesgo y el resultado muerte. Habrá más de 100 testigos y se espera que el debate dure un mes y medio. El tribunal está integrado por los juez Rodolfo Zvala, Juan Carlos Leiva y Marcela Canavessio.

Adrián Gianángelo es sobreviviente de la explosión, y hermano de una de las 22 víctimas, Débora Gianángelo, con quien residía en la torre y con quien reclamaba la regularización de los arreglos del gas desde hacía tiempo. Junto a su padre Horacio y su mamá Sonia, son la única querella de la causa y parte litigante en el juicio. “Con respecto a las 21 familias restantes son decisiones personales de cada una”,  manifestó el joven en diálogo con Radio Mitre Rosario.

“Uno está convencido en buscar justicia y en sembrar esa memoria para que esto no vuelva a pasar, y buscar la verdad”, reflexionó al comienzo de la entrevista.  Luego, contó que pertenece a una familia trabajadora y que representaba todo un esfuerzo venir a estudiar a Rosario. “Hacia muchas cosas para sobrevivir”, recuerda y dice que fue él quien convenció a su hermana Débora de acompañarlo en la carrera de Derecho.

Adrián, que compartía la vivienda de calle Salta con su hermana, relató que la mañana de la tragedia, fue la joven la que se quedó en el departamento a esperar a los gasistas para una reparación y eso le costó la vida tras la fatídica explosión del edificio. “Tengo que agradecer a mi hermana porque me salvó al vida, es por eso que no voy a aceptar plata y menos si el cambio es por justicia, eso no va a pasar y lo he demostrado en estos últimos cinco años”, remarcó.

“Acá no hay plata que valga, la pérdida de un ser querido no te lo soluciona nadie”, sostuvo Adrián sobre como lleva adelante la muerte de su hermana y su decisión de no aceptar dinero en modo de acuerdo.

Después, argumentó que desistir de un proceso penal donde se le da la absolución a los culpables, es una decisión muy difícil y familiar, y por eso,  “no se involucra en las decisiones de las otras familias”. En consecuencia remarcó que a ellos no les interesa el dinero.

Y contó sobre dicha determinación: “Desde el primer momento que le dije a mi padre que mi hermana había muerto en la tragedia él me miró a los ojos y me dijo que íbamos a ir a morir luchando. Son nuestros valores, respetar la vida humana. Además no sólo vamos por mi hermana sino por las 22 víctimas”.