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martes 23 de abril del 2024

A un año del cierre de Falabella, ¿qué pasó con los trabajadores de la emblemática tienda?

Según pudo relevar Rosario Nuestro, una gran mayoría consiguió reubicarse en otro trabajo. También hay quienes decidieron encarar un emprendimiento propio. Pero otros, aún siguen en la búsqueda. ¿Hubo ayuda del Estado?

El cierre de la tienda Falabella en Rosario no sólo dejó un silencio desolador al interior del emblemático edificio de Córdoba y Sarmiento, sino también marcas. Esas que quedan tras la pérdida de la fuente laboral para los cerca de 200 empleados que hasta el 31 de mayo de 2021 eran el motor del comercio.

Una gran cantidad de mercadería se liquidó en tiempo récord, algo que se vio reflejado en las imágenes de las extensas colas de personas ávidas por aprovechar las rebajas, aun con el riesgo de contagiarse de covid, en uno de los picos más álgidos de la pandemia. Mientras tanto, los trabajadores contaban las horas para ser también “liquidados”. Pero, ¿qué pasó con ellos, al bajarse definitivamente las persianas del lugar?

Rosario Nuestro intentó contactarse con exempleados de la tienda. En la mayoría de los casos, hubo silencio como respuesta a las consultas. A excepción de una de las referentes, que será llamada Victoria, porque teme que su exposición afecte su actual trabajo.

Con respecto al cierre, la extrabajadora del local recordó: “Pasó que por la pandemia habían cerrado la tienda de Unicenter, y como sobraba mucha mercadería que estaba destinada para la venta, lo que hicieron fue repartir esa mercadería entre Rosario y el local de calle Florida, que eran los últimos dos que quedaban abiertos, y se liquidó todo lo que se pudo”.

Durante la charla con este medio, Victoria se refirió, además, a la reinserción en el mundo laboral y aseguró: «Para la mayoría, porque éramos 200 empleados que nos quedamos sin trabajo, fue triste. El sentimiento fue la tristeza, de tener que dejar el trabajo obligados. No nos echaron, tuvimos que firmar un retiro voluntario, donde se nos pagó todo como si fuese una indemnización, pero no teníamos otra salida”.

En tanto, enfatizó en que no todos los que formaban parte del staff transitaron la experiencia de la misma manera. “Fue distinto, porque somos de distintas edades. Para una persona que tiene 40 años, no tiene las mismas posibilidades que alguien que tiene 25. Lamentablemente el mercado laboral busca gente joven, con experiencia, pero joven».

En ese sentido, continuó: «Tengo compañeros que todavía no consiguieron trabajo, uno de 56 y otro de 43 y están súper deprimidos. Trabajaban en ventas muy bien, pero creen que por la edad se quedaron afuera del mercado laboral. Otros compañeros sí han conseguido, otros hicieron emprendimientos propios, inclusive algunos participan en ferias”.

“El sentimiento fue de tristeza y causó efecto en la autoestima en algunas personas. Yo soy de las que no bajan los brazos, porque estoy convencida que siendo positivos se consiguen muchas cosas”, remarcó la mujer, quien pudo conseguir trabajo en ventas, la misma labor que desarrollaba en Falabella.

En tanto, puso el foco en cómo atraviesa su presente, a 12 meses de su salida repentina de Falabella, luego del abandono de la marca chilena de Argentina. “Este proceso lo vivo como una etapa de aprendizaje, donde pasé casi 16 años, encontré muchos amigos, mi pareja. Ya el sentimiento de tristeza se me fue, como que estoy pasando el duelo. Y esta nueva etapa la veo como un comienzo positivo”.

«Después de un año todo lo que me pasó fue positivo, en mi caso. Crecí mucho y aprendí mucho en la tienda. Espero que venga algo bueno en el edificio de La Favorita, y que el centro se reactive, porque le hace falta a Rosario ese movimiento que tenía antes”.

Ahora bien, al consultarla respecto de si habían recibido algún tipo de ayuda estatal, dado, que, aparte del cierre per se, debieron padecer los embates económicos que dejó el coronavirus, comentó: “Cuando hicimos el retiro voluntario, nos quedamos sin trabajo y se nos acercaron varios políticos, tanto de Rosario como de la provincia y pudimos hablar con la senadora Sacnun (MC), y nos hizo las gestiones para acceder al Fondo de Desempleo. Por lo menos fue algo de plata que pudimos recibir, por 6 meses”.

Una historia diferente

“La Favorita, el documental”, cuenta que todos los años la tienda homenajeaba a los empleados que cumplían 25 años de trabajo y les entregaban medallas conmemorativas, de 18 kilates. Vale destacar que en la década de 1950 llegó a tener más de 500 empleados.

En el film también se menciona que La Favorita jamás despidió a un empleado, a no ser por graves razones de inconducta, en las buenas y en las malas se mantenía a todo el personal en su puesto, prefiriendo que se aminoren las utilidades antes que privar a alguien del sustento.

Tampoco se prescindían a empleados por cuestiones de edad, enfermedad o reducción de negocios, y en caso de incapacidad física, les seguían aportando una pensión. Otras épocas, claro…

A un año del cierre de Falabella, el emblemático edificio rosarino sigue vacío