El empate de la Selección en el debut del Mundial de Rusia dejó miles de interrogantes y preocupaciones futbolísticas. Pero el mal trago del resultado pasó desapercibido para muchas y muchos por la belleza de uno de los jugadores del equipo rival. Rúrik Gíslason, el islandés que ingresó a los 63 minutos despertó todas las miradas y desató millones de comentarios en las redes sociales.
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El hombre tiene 30 años, mide 1.84 metros y juega en el Sandhausen de la segunda división del fútbol alemán. Al instante de su entrada al campo de juego, ganó más de 300.000 seguidores en su cuenta de Instagram y se convirtió en trending topic en Twitter.
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Rubio, con barba y ojos claros, el joven comparte imágenes de sus entrenamientos así como de viajes, campañas y momentos con amigos. Gíslason se convirtió en el más deseado de Rusia y no se olvidó de mostrar su admiración hacia Leo Messi. Tras el partido con el Seleccionado posteó una foto con el Diez y aseguró que cumplió un sueño.
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