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viernes 19 de abril del 2024

A dedo

Las tensiones por el Transporte Urbano de Pasajeros (TUP) en Rosario y toda la provincia se hacen cada vez más fuertes. La ciudad espera el subsidio ya con la fe de un religioso aunque sabe que no van a llegar en su totalidad. La provincia puede destrabar el tema pero por ahora no dio señales. El sistema está en riesgo a partir del 1º de enero.

A partir de un anuncio del Gobierno Nacional, se generó una preocupación extrema en el ámbito del Palacio de los Leones. Los subsidios al transporte, generados por el aporte de quienes cargan nafta con un impuesto de 7 pesos con cincuenta centavos por litro, ya no van a llegar para solventar parte del costo del boleto del TUP. Y a partir de esto, sólo se conocieron especulaciones de marcha atrás, total o parcial, y hasta de ratificar lo dicho si Lifschitz no adhiere al nuevo pacto fiscal.

Desde el municipio insisten con que si no hay subsidios se cae el sistema. Esos 1500 millones de pesos hoy significan 11 pesos por boleto. Pero a enero, según las proyecciones económicas, van a ser 15 pesos por pasajero. Y se hace imposible trasladar eso al precio que pagan los trabajadores, los estudiantes y los más vulnerables de nuestra sociedad.

Se hace imposible también pensar en un pasaje a 34 pesos porque se bajaría la gente del sistema y eso haría que colapse absolutamente el financiamiento del transporte. Es por eso que al día de hoy la esperanza está puesta en dos cosas: que llegue algo de aquel aporte de Nación y que el gobierno de Miguel Lifschitz envíe a Rosario el otro pedazo que faltaría.

El lunes hubo una reunión en Olivos para charlar este tema y definir que ingrese al Presupuesto 2019 un fondo especial de 5 mil millones de pesos para ayudar a las ciudades que tengan complicaciones. Pero, teniendo en cuenta que a Rosario sola le corresponderían 1,5 mil millones, no alcanza esa plata para solventar todos los agujeros de los sistemas de transporte de todas las ciudades grandes del país.

Hay una cuestión más que clara. La el gobierno provincial no puede seguir mirando para el costado, ya que al TUP de Rosario lo utilizan miles de santafesinos que no son rosarinos y que llegan y se van todos los días de la ciudad para trabajar, estudiar o hacer trámites en bancos y oficinas públicas. Pero lo cierto es que tampoco Nación puede desentenderse de sus responsabilidades esperando la buena voluntad de otros niveles del Estado.

Hoy parece lejana la posibilidad de que el gobierno de Macri ceda en su voluntad de retirar subsidios. Y es impensado que la Municipalidad pueda bancar el sistema únicamente con su fondo compensador, o que el usuario pague 34 pesos. Los 3 niveles del Estado tienen que juntarse, hablar de números y solucionar este conflicto que ingresó en un cuello de botella.