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viernes 29 de marzo del 2024

A 15 años del debut de Messi en Barcelona

El 16 de noviembre de 2003 estaba condenado a ser recordado en el mundo del fútbol por la inauguración del Estadio Do Dragao. Pero ese antecedente pasó a un segundo plano: aquella noche no solo se presentó el nuevo campo del Oporto, también lo hizo un juvenil del Barcelona en su primer partido con el primer equipo. Un tal Lionel Messi, rosarino que había hecho sus pimeros paso en el Club Atlético Newell’s Old Boys.

Messi, con 16 años, viajó a Portugal junto a otros cinco compañeros del juvenil blaugrana, entre ellos Oriol Riera y Jordi Gómez. Ninguno de ellos había subido nunca al avión del primer equipo, dirigido entonces por Frank Rijkaard y capitaneado por Luis Enrique.

De hecho, Messi no se había entrenado todavía con los mayores. Rijkaard y el argentino se conocieron en el aeropuerto, por mucho que el delantero despuntara sobremanera en las categorías inferiores: el ahora 10 azulgrana acumulaba ya 11 goles en 10 partidos con el Barcelona B, pese a militar en la disciplina del Juvenil A.

El partido en Oporto, en pleno parón de selecciones, supuso la oportunidad perfecta para probar a los nuevos talentos. Aunque el rival era de entidad: los anfitriones, entrenados por Jose Mourinho, eran los vigentes campeones de la UEFA y competían en la Liga de Campeones, competición para la que el Barça no se clasificó aquella temporada.

Los portugueses se impusieron en el enfrentamiento con facilidad (2-0), ante un Barcelona que formó con hombres como Jorquera, Oleguer, Gabri y Sergio Santamaría. Ronaldinho, la recién llegada estrella azulgrana, se encontraba en Brasil recuperándose de una lesión.

Lionel Messi entró al partido en el minuto 75 de juego, en sustitución de Fernando Navarro. El dorsal del argentino fue toda una premonición: el ganador de cinco balones de oro jugó aquella noche con el 14 a la espalda, número que en la entidad barcelonista retrotrae automáticamente a la figura de Johan Cruyff.

El equipo efectivamente no fue cuarto, sino segundo, gracias a la revolución que inició Ronaldinho. Messi, sin embargo, no debutó en competición oficial hasta la campaña siguiente. En los quince temporadas que median hasta hoy, todas con presencia del argentino en el primer equipo, el Barça siempre ha estado como mínimo en octavos de la Liga de Campeones.

La Pulga, además de los títulos colectivos, ha sido capaz de conquistar cinco balones de oro y de pulverizar incontables registros con la zamarra del Barcelona. El 10 es el máximo goleador de la historia del club con 566 tantos en 650 partidos; ostenta también, con 91, el récord de tantos anotados en un año natural y es el mayor realizador de todos los tiempos en las grandes ligas europeas.