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jueves 25 de abril del 2024

7 verdades sobre la Soja

 

  1. Es una legumbre originaria de China: Hacia el año 3000 A.C. los chinos ya la consideraban una de las cinco semillas sagradas junto con el arroz, el trigo, la cebada y el mijo.

 

  1. En Argentina ha desplazado el cultivo de otros cereales como arroz, maíz, girasol y trigo: las exportaciones argentinas de soja se incrementaron más de cinco veces en los últimos años. Según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación (SAGPyA), la cosecha nacional de granos en 2004/05 fue de 71 millones de toneladas (Mt), de las cuales el 55% corresponde al cultivo de soja.

 

  1. Es un alimento con alto valor nutricional: la soja es una importante fuente de proteínas y aceite. La composición del grano es, en promedio, 36,5% de proteínas; 20% de lípidos; 30% de hidratos; 9% de fibra alimentaria; 8,5% de agua; y 5% de cenizas. Posee proteínas de alta calidad, en comparación con otros alimentos de origen vegetal.

 

  1. Es la legumbre más proteica: la concentración proteica de la soja es la mayor de todas las legumbres. Pero no sólo es importante por la cantidad, sino que también lo es por su calidad.

 

  1. Contiene una amplia gama de minerales: Calcio, Hierro, Cobre, Fósforo y Zinc que se refleja, a su vez, en un alto valor de cenizas (5 al 6%).

 

  1. Contribuye a la prevención del Cáncer: se ha verificado por evidencia epidemiológica una menor incidencia de cáncer de mama y de mortalidad asociada a la misma en poblaciones que consumieron esta oleaginosa, especialmente en etapas tempranas de su vida. La presencia de las isoflavonas aparece como la causa responsable de este beneficio para la salud de las mujeres. También en la población masculina se ha reportado una menor incidencia de cáncer de próstata, casi en 65%, en hombres que consumieron este alimento.

 

  1. Es baja en grasas saturadas: libre de colesterol, proporciona proteína de alta calidad, y es frecuentemente fuente de muchos otros nutrientes. La proteína de soja disminuye levemente las concentraciones sanguíneas de las LDL-C y de los triglicéridos, y es una de las pocas fuentes vegetales que aporta ácido α-linolénico.