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jueves 28 de marzo del 2024

Femicidios, una realidad que crece y preocupa

Pareciera que las incansables marchas y campañas a nivel nacional para reducir los casos de femicidios en el país y concientizar a las víctimas de maltrato de que se alejen de los agresores y pidan ayuda, no alcanzan para reducir una problemática que afecta en el país a miles de mujeres de todos los estratos sociales.

Ni la policía, ni las denuncias ni los botones antipánico, -mucho menos las absurdas condenas de los agresores y sus famosas salidas transitorias o incumplidas restricciones perimetrales -, funcionan como garantía suficiente para que la víctima se sienta respaldada y no, en cambio, desamparada. Pocas de las políticas en este tema van al fondo de una problemática que se ha extendido por el mundo y que –poco a poco- va dejando de ser silenciosa.

Los números son un claro ejemplo de una realidad que va al fondo de la cuestión y que pocos se atreven a discutir. ¿Quién podría? Son la materialización de la falta de políticas públicas y de cuidado hacia la mujer por parte del Estado y la sociedad misma. Son la prueba clara del abandono, el desinterés, la falta de condenas firmes, la superficialidad de los discursos de campaña, la escasez de los derechos para las víctimas (en lugar de los del victimario), la inexistencia de estructuras para alojarlas cuando abandonan las casas de sus agresores, la falta de apoyo psicológico y/o especializado para que entiendan que pueden continuar sus vidas, sin miedo, y ¿“seguras”?

En una entrevista que tuve una vez con Mariana Tuñez (ex fundadora de la Casa del Encuentro y actual presidenta del Consejo Nacional de la Mujer), hablamos de este punto. Esta mujer, una de las diez más influyentes del país, fue clara al respecto: “La prevención es clave” para la lucha contra la violencia de género. En contraposición con lo anterior, las cifras desnudan justamente eso: la falta de prevención. Y en eso, los políticos y la justicia tienen mucho que ver: se habla mucho y se garantiza poco.

La falta de ese resguardo –más las constantes amenazas del agresor (hasta cuando están afuera de la cárcel)- callan y reducen a la víctima. La conducen a la desesperanza, el desamparo. No encuentra con quién ni cómo salir del infierno. Los minutos cuentan. Después ya es tarde.

De acuerdo a los últimos datos de la Corte Suprema de Justicia, en 2016 murieron 254 mujeres por violencia de género, una cada 35 horas, por lo que 244 chicos quedaron huérfanos. A pesar de la fuerza y masividad de las marchas de #NiUnaMenos, los femicidios aumentaron un 8% el año pasado en comparación con años anteriores: en 2014 hubo 225 víctimas; en 2015, el número trepó a 235; y en 2016, fueron 254 las mujeres asesinadas. Estos datos develan los errores de la Justicia argentina y la falta de denuncias de las víctimas por miedo a la desprotección estatal.

Femicidios en Santa Fe

En lo que va de 2017, ya se registran 176 femicidios en el país, de los cuáles 18 son de Santa Fe y 7 ocurrieron en Rosario. La concejal Norma López dijo: “Seguimos alarmadas ante los femicidios registrados hasta el momento. Lo peor de todo es el vacío que encontramos en las políticas públicas del gobierno nacional y santafesino, que sólo se jactan de discursos y anuncios y dejan desprotegidos a hijos e hijas de estas víctimas fatales”.

López, que hace meses presentó el primer Mapa Interactivo de Femicidios de Argentina, señaló: “En Rosario, desde 2013 tenemos en vigencia la emergencia en violencia de género. Sin embargo, no sabemos nada acerca de las partidas presupuestarias y de las acciones que se realizaron en este marco de urgencia. Los concejales de la ciudad no tenemos idea del dinero destinado a esta terrible problemática”.

Y continuó: “En esta provincia, mientras aún se espera la aplicación de las pulseras electrónicas para los violentos (para que respeten las medidas de restricción y no se acerquen a esas mujeres golpeadas), se hacen agua las medidas y las intenciones porque la provincia sigue en el lamentable podio nacional de ser una de las que más femicidios registra”.

La concejala del FPV se refirió también a las declaraciones de la Jueza de la Corte, Elena Highton, quien advirtió que Argentina está en emergencia por la violencia de género: “Aplaudimos que se comprometan pero nos llama la atención que recién ahora la jueza se dé cuenta de la situación gravísima que están atravesando muchas mujeres. Es momento de que el Estado accione. Pero lo que además olvida Highton es que la Justicia tiene mucho que ver en esta situación porque es la primera que dicta sentencias leves a los hombres violentos, que jueces, defensores ni fiscales están formados en perspectiva de género, entre otras cosas».

Quizá estas cifras sirvan para que los gobernantes y jueces recapaciten que el arrepentimiento público del agresor, su presunta «emoción violenta» o “buena conducta” dentro de las cárceles, poco sirven para recuperar a una víctima.