Luego de un juicio oral que finalizó este lunes, condenaron a 19 años de cárcel al gendarme Héctor Rivas que en marzo de 2021 tras un intento de robo, persiguió y asesinó por la espalda a Facundo Verón, un adolescente de 15 años.
La secuencia del crimen comenzó en Buenos Aires al 5500 cuando dos jóvenes que se movían en bicicleta se acercaron al auto del efectivo, que se encontraba estacionado en la puerta de su domicilio, y rompieron uno de los vidrios provocando que suene la alarma. Rivas salió de su casa y al ver la escena se subió al vehículo y empezó a perseguir a los adolescentes.
Tras varios intentos por alcanzarlos, finalmente los abordó en la intersección de Sánchez de Bustamante y Leiva, bajó del rodado y efectuó un disparo que causó la muerte de Verón, quién intentaba huir de la persecución. Luego del asesinato, el agente tomó la vaina servida y se fue. La secuencia quedó registrada por las cámaras de videovigilancia.
El fiscal de homicidios Adrián Espelta sostuvo que se trató de un hecho de homicidio agravado por el uso de arma de fuego e indicó que «se dispuso la prisión preventiva por el plazo de ley» a la espera de la verificación de la totalidad de la evidencia. «Yo creo que con todas las pruebas que tenemos al día de hoy, la teoría de la fiscalía se va a ver fortalecida», expresó.
Al mismo tiempo Spelta aclaró que no se trata de un caso de gatillo fácil, dado que el efectivo no se encontraba en ejercicio de sus funciones. «Es un particular que estaba en el interior de su casa y a raíz de que intentaron sustraerle las pertenencias dentro del vehículo salió a correrlos con un arma que tenía en su poder y le dio muerte a un niño de 15 años», marcó.
