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jueves 25 de abril del 2024

En Argentina el promedio de vida de una trans es de 36 años

Al menos 15 personas trans murieron en lo que va de 2018 asesinadas o por causa de enfermedades previsibles, que se agravaron por la falta de tratamiento médico adecuado, mientras que otras tres están desparecidas, todas con edades tempranas que arrojan un promedio de 36 años, indicaron organizaciones de la diversidad.

‘Es muy difícil hacer una estadística porque no hay datos oficiales y porque muchas veces las chicas trans mueren y son enterradas como NN porque sus familias las expulsan desde muy chicas y no se hacen cargo ni de los cuerpos‘, afirmó María Belén Correa, quien actualmente trabaja en el Archivo de la Memoria Trans.

‘Es muy difícil hacer una estadística porque no hay datos oficiales y porque muchas veces las chicas trans mueren y son enterradas como NN porque sus familias las expulsan desde muy chicas y no se hacen cargo ni de los cuerpos‘, afirmó María Belén Correa, quien actualmente trabaja en el Archivo de la Memoria Trans.

‘Nosotras conocemos 15 casos en lo que va de 2018, pero probablemente haya muchos más; de todas estas muertes, el promedio de edad es de 36 años, apenas uno más que la esperanza de vida de 35 años que denunciábamos en 2004‘, destacó Correa.

De estas 15, dos fueron asesinadas: Lourdes Anahí Reynoso, quien fue acuchillada junto a su tía en Tucumán el 14 de enero último, y Adriana Boneto, conocida como Cuqui, en la localidad santafesina de San José del Rincón, el 8 de febrero. Otras dos muertes son dudosas: se trata de dos cuerpos de personas trans que aparecieron en enero y febrero, que aún no fueron identificados ni se sabe qué les sucedió. El resto se trata de mujeres trans que fallecieron víctimas de alguna enfermedad prevenible, o bien por falta de tratamiento adecuado.

‘Cuando quedás siendo una adolescente en calle, sin acceso a la educación y con la prostitución como única salida laboral es muy probable que surja el consumo de drogas, así como todas las enfermedades de transmisión sexual. Ésta fue la mayoría de nuestras historias, por suerte gracias a nuestro activismo, esta historia está cambiando para las más jóvenes‘, indicó Correa.

‘Cuando quedás siendo una adolescente en calle, sin acceso a la educación y con la prostitución como única salida laboral es muy probable que surja el consumo de drogas, así como todas las enfermedades de transmisión sexual. Ésta fue la mayoría de nuestras historias, por suerte gracias a nuestro activismo, esta historia está cambiando para las más jóvenes‘, indicó Correa.

‘A esto se suma una falta de atención amigable del sistema de salud, entonces las compañeras no quieren acercarse a hacerse controles o tratamientos, y cuando lo hacen ya es tarde‘, agregó la activista.

A la lista de fallecidas se suman tres mujeres trans desaparecidas: ‘Una de ellas es Ximena García, jujeña y quien vivía desde hacía unos años en Italia. Su familia viajó a buscarla y la noticia salió en medios locales; pero además en estos días nos informaron de dos nuevos casos, cuyos datos estamos rastreando para poder difundir‘, describió Correa.

‘Nosotras tenemos registradas a unas 20 compañeras que murieron en distintos puntos del país. Esas muertes solitarias en hospitales, producto de años de abandono de la salud, de la indiferencia de la sociedad, del Estado, nosotros lo llamamos el travesticidio social‘, indicó Florencia Guimaraes Garcia, referente de esa organización. Ambas militantes coincidieron en que la Ley de Identidad de Género marca un antes y un después en las oportunidades de las personas trans.

 

Sin embargo, Guimaraes Garcia señaló que existe falta de difusión de la ley, tanto del Estado como de las organizaciones y a modo de ejemplo, describió que en un taller que se brindó la semana pasada en la Casa de Lohana y Diana, un espacio para la comunidad trans en González Catán, de siete compañeras que se acercaron, cuatro no tenían el DNI con su identidad de género.

‘Los motivos son varios, algunas no quieren exponerse a ser maltratadas en un registro civil, otras creen erróneamente que la ley plantea que ’hay que estar operada’, y hay también quienes ni siquiera saben de la existencia de la norma‘, sostuvo Guimaraes Garcia.

En el mismo sentido, la activista y directora de la Compañía de Teatro 7 Colores, Daniela Ruiz, afirmó: “Desde la comunidad trans estamos visibilizando estas muertes, tratando de que se deje de naturalizar y de elaborar un registro para que quede en claro de qué se mueren nuestras compañeras”. Ruiz describió que estos fallecimientos a edades tan tempranas tienen que ver con una deuda del Estado que tiene que elaborar políticas públicas más claras y concretas para nuestra comunidad.

Según el Observatorio de Crímenes de Odio hacia la comunidad LGBT de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires y la FALGBT, en 2017 hubo 11 denuncias de asesinatos a personas de la comunidad, de las cuales nueve fueron a mujeres trans y travestis, un varón trans y un varón gay.

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